Los tours virtuales son la mejor forma de dar a conocer la realidad de un espacio. Una apuesta cada vez más instaurada en el mundo de los vídeos y una solución eficaz para aquellos que no pueden trasladarse con regularidad.
En el sector de los drones, los tours virtuales han ocasionado una verdadera revolución. Y es que la proporción de llegar a lugares insospechados por el ojo humano permite que la gente opte por este servicio.
Se aseguran de esta manera de que el lugar en el que van a pasar tiempo es fiel a lo que están buscando. ¿Cómo? Viendo más allá de lo que se ve a simple vista. Ver los paisajes desde las alturas dota al cliente de una perspectiva inigualable.
Fotografía 360 con drones
La fotografía 360 con drones en tours virtuales resultan muy interesantes, sobre todo en los casos en los que se busca publicitar lugares turísticos o propiedades inmobiliarias. El proceso para lograr el resultado esperado es exactamente el mismo que realiza un fotógrafo común.
El dron hace varias imágenes del espacio, otorgando planos y perspectivas variadas. Después se unen las mismas mediante un programa informático. ¿Resultado? Fotografía a 360 grados.
La mayoría de las instantáneas que se realizan bajo esta modalidad son en exteriores, por lo que el espectador logra recopilar una gran cantidad de información. Además de lo que se verá en las imágenes, será necesario complementar los datos que sean necesarios.
Papel que toman los drones
Los tours virtuales se basan en hacer una recopilación de las fotografías 360 que se han hecho y exponerlas en el recorrido. Como adelantábamos antes, es ideal para mostrar el itinerario de un espacio que se quiere prmocionar.
Un claro ejemplo son los hoteles. El propietario desea que sus futuros clientes vean las excelentes instalaciones del lugar, así como los servicios extraordinarios que ofrece. Con un tour virtual conseguirá que su buyer persona se visualice en el espacio. La mejor manera de comenzar un recorrido virtual es situar al cliente en el escenario.
Beneficios del uso de drones
Los drones forman una parte fundamental de los tours virtuales. Si bien los recorridos existían mucho antes del auge de los drones, su utilización en el proceso dota al trabajo de un acabado diferente.
Usar drones otorga al cliente de muchos beneficios, más allá de dar una perspectiva mayor del espacio y una imagen fidedigna. Son una excelente ventana hacia la publicidad. Son fieles al dicho “una imagen vale más que mil palabras”.
Asimismo, da ayuda para detectar averías en los edificios antes de que se agraven y efectuar controles aéreos. Cuando sobrevuelan espacios abiertos dan panorámicas espectaculares, pero también sirven para hallar personas desaparecidas que, de otra manera, hubieran permanecido ocultas.
Se reduce el tiempo para lograr ciertos propósitos. Siguiendo en la misma línea de vídeos promocionales, logran que las empresas consigan su objetivo: darse a conocer. Los acerca a sus clientes potenciales y agilizan el tiempo de decisión de compra.
Así es como suponen un importante ahorro para los clientes siendo usados en los tours virtuales. Lejos de quedarse ahí, hacen entrega al usuario de un condimento emocional impensable en otras formas de presentar el producto.
Logran que el espectador se visualice en la filmación que está viendo. Una herramienta muy utilizada en las inmobiliarias, en cuyo sector es primordial que el cliente se visualice en la propiedad que desea comprar.
Ventajas de tours virtuales
Las ventajas de exponer un tour virtual con drones son muchas. Para empezar, se consigue un mayor alcance de la perspectiva del lugar. Proporciona al cliente final una imagen más profesional, llamativa, confiable y segura del sitio.
Asimismo, otorgará al espectador de una imagen diferente. Tener un recorrido virtual mejora la posibilidad de que Google posicione el negocio en sus motores de búsqueda. Será más fácil que los clientes potenciales lo encuentren a través de Internet, Google Maps y Google Business View.
En definitiva, toda empresa que esté constituida en el ámbito virtual le interesa que su presencia online aumente con los tours virtuales. Otro gran beneficio es que se rompen así las barreras geográficas.
Si una persona se encuentra en otro espacio geográfico diferente al lugar que quiere comprar o contratar, podrá verlo en su totalidad sin necesidad de desplazarse. De hecho, se visualizarán desde cualquier dispositivo electrónico, incluso teléfonos móviles.
Tiene más probabilidades de que más personas lo vean, ya que cuando un sujeto va personalmente solo hay posibilidad de que lo vea ese individuo, pero cuando se expone de manera virtual puede incluso viralizarse si el contenido audiovisual es bueno.
Cámaras 360 vs 3D
La diferencia entre estas dos técnicas es muy grande. Es importante tener en cuenta cuáles son para elegir el servicio más acorde a lo que estás buscando. Las cámaras 360, servicio del que estamos hablando, es captar imágenes 2D con formato 360.
Cuando realizamos la técnica de captura 3D, se halla la geometría 3D del espacio. O sea, aunque algunos puedan pensar que una vida panorámica y en perspectiva es parecida al 3D, no tiene nada que ver una con la otra.
Obtener la captura 3D es posible gracias a los sensores 3D que tienen las cámaras que se utilizan. El resultado final que ve el usuario es una fotografía 360, con la peculiaridad de que durante el proceso ha conseguido una incesante cantidad de información.
Entre las ventajas de obtener estos datos, se encuentra tener una vista al estilo “casa de muñecas”, una visualización que permite al espectador tener una perspectiva amplia del espacio y moverse por el lugar de la forma más intuitiva posible.
¿Se recopilan las imágenes?
Otra gran distinción entre los procesos 3D y las cámaras 360 es el “cosido” de imágenes que conforman el tour virtual. Con el uso de las cámaras 360, el compilado de imágenes se ejecuta manualmente.
Cuántas más imágenes se tengan, más complicado será el proceso. En contraposición, realizar un recorrido virtual 3D es automático. Unir 10 imágenes que 100 supondrá lo mismo.